jueves, 4 de junio de 2009

1968: La Historia también está hecha de derrotas


Autor : Pablo Gómez Álvarez

Para mucha gente el año de 1968 es clave en la lucha por la apertura democrática en México, incluso países como Francia y Estados Unidos fueron testigos de un movimiento que pugnaba por una mayor justicia social y el cual se generó dentro de un sector de la sociedad ajeno a intereses vinculados al sistema que imperaba en ese momento y al cual dirigía sus criticas.

El caso de nuestro país es por demás significativo ya que el llamado “Milagro Mexicano” no era mas que la visión de un reducido grupo, puesto que el modelo económico de aquel tiempo (Desarrollo Estabilizador) si bien había impulsado el crecimiento industrial, la relativa bonanza económica no llegaba a un amplio sector de la sociedad.

Por otro lado el régimen del presidente Gustavo Díaz Ordaz se caracterizaba por una recalcitrante intolerancia al Comunismo y los movimientos disidentes que actuaban dentro del territorio. El Articulo 145 del Código Penal condenaba por medio del delito de Disolución Social a cualquier individuo mexicano o extranjero que defendiera ideas o programas de acción de gobierno extranjero alguno y que perturbara el orden publico. Curiosamente el Comunismo que tenia como uno de los postulados principales la lucha obrera, fue adoptado por lideres obreros como Demetrio Vallejo y Valentín Campa, los cuales fueron encarcelados bajo los cargos de disolución social. Siendo la libertad de los presos políticos y la derogación del citado articulo una de las principales demandas del movimiento estudiantil de aquel tiempo.

La publicación del libro 1968: La Historia también esta hecha de Derrotas nos proporciona una visión diferente a la abordada en otras publicaciones, ya que revela aspectos poco conocidos dentro del movimiento. Los cuales por autocomplacencia u omisión no fueron dados a conocer, como la división que se registro dentro de lo estudiantes luego del 2 de octubre dentro de los activistas, los desencuentros con el rector Javier Barros Sierra por parte del Consejo Nacional de Huelga.

Pablo Gómez Álvarez actual senador por el Partido de la Revolución Democrática y otrora miembro del CNH, revela que en algún momento se dudo sobre la efectividad de la huelga entre los miembros de la organización, por otro lado señala la pretensión de algunos activistas de conformar un cuerpo de seguridad para los lideres refutando en cierto modo la idea de que no existieron armas dentro del movimiento.

Por último realiza una radiografía de los acontecimientos que sucedieron al movimiento de 1968, demostrando la importancia que han tenido estos hechos en la historia democrática de nuestro país.
Paris Alberto Cervantes, FES-Aragón-UNAM

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