jueves, 23 de abril de 2009

México mutilado, la raza maldita


México Mutilado, la raza maldita es una novela histórica y política escrita por Francisco Martín Moreno y publicada en 2004. Este escritor cursó sus estudios en el Colegio Alemán Alexander Von Humboldt. Estudió derecho y se doctoró en la Academia Mexicana de Derecho. Novelista, periodista y conferente, es conocido en su vertiente periodística por la publicación de numerosos artículos y ensayos, fundamentalmente políticos, en diversos medios periodísticos. Como novelista, cultiva el género histórico político. Sus obras son fruto de una minuciosa investigación de la historia de México, en especial del siglo XIX, en las que se incluyen algunos episodios de ficción. Algunas de sus obras son: México negro (1986), las cicatrices del viento (1989), la disculpa (1993), la respuesta (1994), los mexicanos contra la luz (1996), cartas a un mexicano (1997), México sediento –Sequía- (1998), las grandes traiciones de México (2001), México secreto (2002), México ante Dios (2007) y México acribillado (2008).


En esta novela nos describe con un lenguaje sencillo la pérdida de la mitad del territorio mexicano a manos de los Estados Unidos en el siglo XIX. El desarrollo de la obra se encuentra respaldado por un amplio trabajo de investigación y documentación. Los personajes más destacados que intervienen en la obra son reales, James Polk, Antonio López de Santa Anna, Sam Houston, Emily Morgan, Valentín Gómez Farías, Winfield Scott, Dolores Tosta, Manuel Domínguez, Alejandro Atocha, Nicolás Trist, Mariano Paredes Arrillaga y Ulysses S. Grant. Uno de los aspectos más notables es que, en el relato, se descubre como la iglesia católica, políticos, generales y hasta el propio presidente de la república conspiraron, en contra de su propio país, para garantizar el éxito y la victoria de los norteamericanos.

El libro consta de cuatro capítulos. El primero llamado: La revolución de las tres horas; narra el ascenso de James Polk al poder en Estados Unidos, implantando su ideología expansionista y haciendo los primeros planes para lograr hacerse de los territorios mexicanos del norte; así como la paralela caída de Antonio López de Santa Anna en México y su exilio en Cuba y las interminables disputas por el poder en la capital mexicana.


En el segundo capítulo, de la indigerible felonía jamás contada, se revelan las negociaciones secretas entre Santa Ana y Polk a través de Alejandro Atocha, intermediaro enviado desde La Habana por Santa Ana, para poder consumar los planes de ambos. El plan de Polk, desde el comienzo, era extender las fronteras entre Tejas y México del río Nueces al río Bravo, así como extender el litoral del pacífico estadounidense, apoderándose no sólo de California sino también de Nuevo México. Aunque dichos planes consistían básicamente de una oferta económica por dichos territorios. Sin embargo, Santa Ana conocedor de la negativa que seguramente habría por parte del gobierno mexicano, pretendía regresar al poder para poder camuflar ante sus compatriotas la disputa territorial que, sin lugar a dudas surgiría y, de esta forma, lograr un acuerdo secreto para poder disponer del dinero que Estados Unidos ofrecía por esos territorios.

El tercer capítulo, la segunda conquista de México, básicamente está enfocado a la campaña militar iniciada por los norteamericanos para forzar a México a ceder los territorios en vista de que todas las ofertas de compra hechas han sido rechazadas. En esta parte se narra también el regreso de Santa Ana al poder para encabezar la campaña militar de defensa del país, entre otros sucesos, se describe la forma en que los dirigentes eclesiásticos intervinieron a favor de los norteamericanos, siempre y cuando éstos se comprometieran a que se respetaran sus bienes y propiedades. En cambio, se opusieron enérgicamente a la incautación de los bienes por parte del gobierno mexicano para poder solventar los gastos de la guerra. Así pues, muchas ciudades del país que fueron invadidas se rindieron sin la necesidad de un sólo disparo, tal es el caso de Puebla. Además se hace referencia a la guerra en Texas en la cual Santa Ana es hecho prisionero por las tropas de Sam Houston y consecuentemente derrotado, estableciéndose como una nueva república, anexándose posteriormente a los Estados Unidos.

El capítulo final, habla de el robo del siglo, narra la invasión y caída de las principales ciudades del país: Monterrey, Veracruz, Puebla y la ciudad de México; aunque de antemano suena lógico que sucediera de esa forma, debido a los arreglos secretos entre los principales poderes del estado mexicano y el norteamericano. Se concluye con la toma de la capital mexicana por parte del ejército invasor y con la firma del tratado de Guadalupe-Hidalgo, en la cual México se ve forzado a ceder los territorios de Texas, Nuevo México y la Alta California a cambio de quince millones de dólares.

Sin duda, quince millones de dólares es muy poco, literalmente le regalaron la mitad del estado mexicano, en vez que desde antes se hallan construido las bases para un país con capacidad para progresar, para ser mejor que muchos países del continente americano, se enfocaron en la tarea de hundir y saquear a manos llenas lo poco o mucho que tenia México… es triste ver que solo unos pocos se enriquecen a costa de la mayoría, haciéndolos pedazos y hasta matándolos, solo por conseguir un poco de mas poder.

Bibliografía:
Martín, Moreno Francisco; México mutilado, la raza maldita. Editorial: Alfaguara, 2004; páginas 585.

Guadalupe López, FES-Aragón-UNAM

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