domingo, 18 de mayo de 2008

La insoportable levedad del ser


La insoportable levedad del ser, de Milan Kundera (Brno, antigua Checoslovaquia, 1929) es más que una novela y, más que una magnifica historia de amor apasionado, es un ensayo sobre la vida, describe con gran cuidado las escenas de las paradojas de amor y desamor, cada una de las sensaciones del ser; que consiguen recrearse en nuestra cabeza, ya que estas vivencias son parte de todos y con esto mismo consigue una gran empatía con el lector, con el ser vivo. Lleva a la vida a un nivel de majestuosidad, en donde la relación de pareja es el eje y el desarrollo de la novela.

Tomás, un médico con mucho trabajo y muy mujeriego, conoce a Teresa por casualidad, o más bien por coincidencias (de las que vive el hombre) y se la lleva a la cama. Inician un extraño romance lleno de contradicciones, contradicciones que hacen de la relación de pareja una batalla de pensamientos hermosos, así como las aventuras de Tomás o lo pronto que comienzan a vivir juntos. Este encuentro tan accidentado será el centro de una espiral que obedece a la vez a la malicia del azar y la fatalidad del eterno retorno, y que irá volviéndose cada vez más dolorosa, más insoportable, a medida que vayan entrando personajes como Sabina (la atractiva fotógrafa) o Franz, el amante de ésta, un marido idealista que encuentra el sentido de su matrimonio en la infidelidad, frecuente como los latidos del corazón.

Las reflexiones que realiza el autor a momentos, narradas con extraordinaria belleza, sobre la vida en todos sus aspectos, hace que la historia se convierta en una guía para ésta, cuestionamientos que enamoran al ser consigo mismo dentro de una necesaria introspección, dándole un magnifico peso a la vida de los personajes con la incertidumbre, la fragilidad, la debilidad, el miedo, con los que uno puede verse, así como a través del espejo, con todos los rasgos, señas y marcas que la vida dota a quien por ella pasa.
Por Gerardo Hernández, estudiante FES=Aragón

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