En esta novela Umberto Eco narra las aventuras que vive Adso de Melk junto a su maestro a partir de encontrarse enclaustrados en la Abadía en donde era requerido el ímpetu de Guillermo para resolver una misteriosa muerte. La historia comienza con la sorprendente deducción de Guillermo al descubrir que se trataba de un caballo a quien buscaban los frailes. Guillermo misteriosamente había descifrado también el nombre del caballo.Cuando al fin se encontraron en la Abadía fueron recibidos por el Abad con la noticia de la insospechada muerte de uno de los frailes, al parecer se trataba de un suicidio; para resolver tal incógnita, el Abad encomendó a Guillermo resolver el misterio mientras permanecía en dicho convento.
Desde la llegada a la Abadía Guillermo sentía una inmensa curiosidad por la biblioteca del lugar. Ya que se rumoraba que era una de las bibliotecas más grandes y contenía en su interior demasiados secretos, que según el Abad no podían ser conocidos por cualquier persona ya que se encontraban misterios que al momento de leerlos podrían ser mal interpretados de caer en manos equivocadas.
Guillermo concibe algunas conclusiones acerca de la misteriosa muerte de Adelmo, luego de charlar con Severino sobre algunas de las características que contenía el cadáver. La muerte de aquel fraile se le atribuía a una manipulación diabólica, criterio que atemorizaba a un gran número de frailes que habitaban la Abadía. De pronto, una nueva muerte inundaba la atmósfera del convento, esta vez el cadáver resultaba más enigmático ya que éste había aparecido sumergido en una enorme tina la cual desbordaba sangre por cada una de sus orillas, Guillermo pidió sacar el cadáver para examinarlo e indagar acerca del porqué de esa nueva muerte, además pudo percatarse que se trataba del experto en griego quien era en encargado de transcribir los libros a dicho idioma. Guillermo pensó que esta vez no se trataba de un suicidio sino más bien de un asesinato , ya que resultaba bastante extraño que al tratarse de un ahogado no tuviera hinchadas las comisuras de su rostro. Al momento de indagar en la espesura de la nieve, parecían poco comunes unas marcas de pisadas y ellas le sirvieron para emitir algunas conclusiones.
Eventualmente el nuevo cadáver parecía tener algunas características similares a las del primer cuerpo. Después de mirar el cadáver Guillermo y Adso se dirigieron una vez más al scriptium , en donde Guillermo sostuvo una enérgica conversación con el Abad acerca de la risa, él consideraba que tal sentimiento era grotesco, pero Guillermo no lo veía de ese modo, ya que el creía que la risa era algo bueno y exponía su punto diciendo que uno de los libros escritos por Aristóteles llamado la poética abordaba algunos asuntos relacionados con esa emoción y en el se le veía como un algo virtuoso. El Abad defendía su postura afirmando que tal libro jamas fue escrito ya que nadie lo había mencionado antes.
La biblioteca estaba llena de secretos y de libros que los monjes nunca habían tenido la oportunidad de consultar, pero Benancio consideraba que los monjes tenían derecho a nutrirse de lo que contenía esta biblioteca. Esa noche intentaron investigar un poco más, encontraron en el scriptium un libro y un mensaje escrito con símbolos extraños.
Más tarde Guillermo logra descifrar los signos que dejó Benancio y logra hablar con el Abad para conocer aun más sobre el enigma del laberinto . Al tercer día de su estadía en el convento Adso conoce a una joven hermosa que en definitiva confunde al muchacho y éste se enamora. Esa misma noche descubren otro cadáver sumergido en la tina de baño, se trataba de Berengario, quien presentaba las mismas características del cadáver de aquel experto en griego, el dedo teñido de un negro intenso al igual que la lengua, cosa demasiado extraña en un ahogado y junto a Severino suponían que se trataba de un poderoso veneno. Después la Abadía era sorprendida por el arribo de algunos frailes franciscanos que se dirigían ahí para ayudar a descifrar las muertes, lo que ocurrió después fueron hechos lamentables. La joven de quien Adso se había enamorado era acusada de herejía al igual que Salvatore quien hablaba de una extraña magia.
Severino logra hallar el libro causante de las muerte y por el cual se desarrolla toda la historia, este contenía los místicos secretos, pero se pierde de nuevo con la inesperada muerte de Severino.
Gullermo reflexiona sobre los hechos ocurridos , enfrente de donde se llevaba un juicio para descubrir al culpable de las muertes, dicho evento contaba con la presencia del inquisidor. Para el sexto día todo resultaba confuso gracias a los enredos que había producido ese libro y la inmensa incógnita que representaba esa biblioteca, la zozobra de aquella injusta condena a la joven y a Salvatore estaba acompañada del misterio del libro, que el Abad pretendía ocultar para que su contenido nunca fuera revelado.
Sara Sánchez, FES-Aragón-UNAM
Desde la llegada a la Abadía Guillermo sentía una inmensa curiosidad por la biblioteca del lugar. Ya que se rumoraba que era una de las bibliotecas más grandes y contenía en su interior demasiados secretos, que según el Abad no podían ser conocidos por cualquier persona ya que se encontraban misterios que al momento de leerlos podrían ser mal interpretados de caer en manos equivocadas.
Guillermo concibe algunas conclusiones acerca de la misteriosa muerte de Adelmo, luego de charlar con Severino sobre algunas de las características que contenía el cadáver. La muerte de aquel fraile se le atribuía a una manipulación diabólica, criterio que atemorizaba a un gran número de frailes que habitaban la Abadía. De pronto, una nueva muerte inundaba la atmósfera del convento, esta vez el cadáver resultaba más enigmático ya que éste había aparecido sumergido en una enorme tina la cual desbordaba sangre por cada una de sus orillas, Guillermo pidió sacar el cadáver para examinarlo e indagar acerca del porqué de esa nueva muerte, además pudo percatarse que se trataba del experto en griego quien era en encargado de transcribir los libros a dicho idioma. Guillermo pensó que esta vez no se trataba de un suicidio sino más bien de un asesinato , ya que resultaba bastante extraño que al tratarse de un ahogado no tuviera hinchadas las comisuras de su rostro. Al momento de indagar en la espesura de la nieve, parecían poco comunes unas marcas de pisadas y ellas le sirvieron para emitir algunas conclusiones.
Eventualmente el nuevo cadáver parecía tener algunas características similares a las del primer cuerpo. Después de mirar el cadáver Guillermo y Adso se dirigieron una vez más al scriptium , en donde Guillermo sostuvo una enérgica conversación con el Abad acerca de la risa, él consideraba que tal sentimiento era grotesco, pero Guillermo no lo veía de ese modo, ya que el creía que la risa era algo bueno y exponía su punto diciendo que uno de los libros escritos por Aristóteles llamado la poética abordaba algunos asuntos relacionados con esa emoción y en el se le veía como un algo virtuoso. El Abad defendía su postura afirmando que tal libro jamas fue escrito ya que nadie lo había mencionado antes.
La biblioteca estaba llena de secretos y de libros que los monjes nunca habían tenido la oportunidad de consultar, pero Benancio consideraba que los monjes tenían derecho a nutrirse de lo que contenía esta biblioteca. Esa noche intentaron investigar un poco más, encontraron en el scriptium un libro y un mensaje escrito con símbolos extraños.
Más tarde Guillermo logra descifrar los signos que dejó Benancio y logra hablar con el Abad para conocer aun más sobre el enigma del laberinto . Al tercer día de su estadía en el convento Adso conoce a una joven hermosa que en definitiva confunde al muchacho y éste se enamora. Esa misma noche descubren otro cadáver sumergido en la tina de baño, se trataba de Berengario, quien presentaba las mismas características del cadáver de aquel experto en griego, el dedo teñido de un negro intenso al igual que la lengua, cosa demasiado extraña en un ahogado y junto a Severino suponían que se trataba de un poderoso veneno. Después la Abadía era sorprendida por el arribo de algunos frailes franciscanos que se dirigían ahí para ayudar a descifrar las muertes, lo que ocurrió después fueron hechos lamentables. La joven de quien Adso se había enamorado era acusada de herejía al igual que Salvatore quien hablaba de una extraña magia.
Severino logra hallar el libro causante de las muerte y por el cual se desarrolla toda la historia, este contenía los místicos secretos, pero se pierde de nuevo con la inesperada muerte de Severino.
Gullermo reflexiona sobre los hechos ocurridos , enfrente de donde se llevaba un juicio para descubrir al culpable de las muertes, dicho evento contaba con la presencia del inquisidor. Para el sexto día todo resultaba confuso gracias a los enredos que había producido ese libro y la inmensa incógnita que representaba esa biblioteca, la zozobra de aquella injusta condena a la joven y a Salvatore estaba acompañada del misterio del libro, que el Abad pretendía ocultar para que su contenido nunca fuera revelado.
Sara Sánchez, FES-Aragón-UNAM
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