De Charles Bukosky.
Henry Chinasky o Hank como le llaman sus amigos, es un alcohólico empedernido y aficionado a los caballos que se dice escritor, la mayoría de sus textos son relatos de su propia vida, de su juventud y sus borracheras, también “juega” con los poemas y los cuentos.
Un día es llamado por un viejo amigo, John Pinchot, un director de cine que está desesperado por dirigir una película basada en los relatos de Hank, es un director desquiciado que haría lo que fuera por filmar, le pide que escriba un guión para el, pero Hank no acostumbra escribir guiones y mucho menos cobrar por su trabajo. A final de cuentas es convencido, aunque no muy conforme, Hank escribe el guión, pero durante el proceso le da una crisis de escritor, no se le ocurre nada, solo se sienta a beber, escuchar radio y escribir casi nada, durante el tiempo que duró escribiendo el guión conoce a una serie de personajes muy excéntricos, todos se la pasan bebiendo vino, platicando y dándole un poco de inspiración a Hank.
Al terminar el guión siguió otro problema, nadie quiere producir una película sobre un borracho sin profesión, así que John se moviliza y con su habilidad convence a la gente tratando de mutilarse los dedos, consigue a un productor, sin embargo, éste siempre pone condiciones y crea problemas que retrasan la filmación de la película.
Después de tantas trabas, se estrena la película, Hank la ve varias veces sin sentir nada por ella, es como si viera otra mala película, hasta el día en que la vuelve a ver en un cine por primera vez, siente una emoción que no sabe explicar, le causa gracia que algunas personas lo reconocen y lo ven a pesar de que poco tiempo antes era como si no hubiera existido, al terminar regresa a su casa, abre una botella de vino, prende la televisión y le dice a su esposa Sarah que escribirá una novela sobre la filmación de la película “El baile de Jim Beam”, y la novela termina con la frase: y es esta...
Henry Chinasky o Hank como le llaman sus amigos, es un alcohólico empedernido y aficionado a los caballos que se dice escritor, la mayoría de sus textos son relatos de su propia vida, de su juventud y sus borracheras, también “juega” con los poemas y los cuentos.
Un día es llamado por un viejo amigo, John Pinchot, un director de cine que está desesperado por dirigir una película basada en los relatos de Hank, es un director desquiciado que haría lo que fuera por filmar, le pide que escriba un guión para el, pero Hank no acostumbra escribir guiones y mucho menos cobrar por su trabajo. A final de cuentas es convencido, aunque no muy conforme, Hank escribe el guión, pero durante el proceso le da una crisis de escritor, no se le ocurre nada, solo se sienta a beber, escuchar radio y escribir casi nada, durante el tiempo que duró escribiendo el guión conoce a una serie de personajes muy excéntricos, todos se la pasan bebiendo vino, platicando y dándole un poco de inspiración a Hank.
Al terminar el guión siguió otro problema, nadie quiere producir una película sobre un borracho sin profesión, así que John se moviliza y con su habilidad convence a la gente tratando de mutilarse los dedos, consigue a un productor, sin embargo, éste siempre pone condiciones y crea problemas que retrasan la filmación de la película.
Después de tantas trabas, se estrena la película, Hank la ve varias veces sin sentir nada por ella, es como si viera otra mala película, hasta el día en que la vuelve a ver en un cine por primera vez, siente una emoción que no sabe explicar, le causa gracia que algunas personas lo reconocen y lo ven a pesar de que poco tiempo antes era como si no hubiera existido, al terminar regresa a su casa, abre una botella de vino, prende la televisión y le dice a su esposa Sarah que escribirá una novela sobre la filmación de la película “El baile de Jim Beam”, y la novela termina con la frase: y es esta...
Por Roberto Hernández, estudiante de Comunicación y Periodismo, FES-Aragón
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